Desafiando el frío exterior y tras dar varios gritos de guerra, no duda en lanzarse a una piscina completamente helada. El resultado, el esperado. Gritos de dolor a los que les siguen las carcajadas, las cuales la persona que sujeta la cámara tampoco puede evitar.
La escena va camino de los 9 millones de visitas en la plataforma de vídeos.
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