De hecho, según la Federación coreana de tiro con arco, es legalmente ciego, con un porcentaje de visión de 20/200 en su ojo izquierdo y del 20% en el derecho.
Sin embargo, este hándicap no es un obstáculo para el doble campeón olímpico por equipos. A sus 26 años, Dong-Hyun distingue los colores en la diana, suficiente para poder practicar la disciplina en la que centra todos sus esfuerzos. "El tiro con arco lo es todo, me ha dado la fama y el dinero. Es como un padre y una madre para mí", asegura el arquero.
Con un blanco de 122 cm, situado a 70 metros, al surcoreano, que aspira a dar a Corea el primer oro individual en unos Juegos, no le gusta hablar de sus problemas de visión.
"No necesito un perro guía, es desagradable cuando la gente me dice que estoy incapacitado", explica. Aunque aprecia los límites de la diana de forma difuminada, Dong-Hyun no quiere hablar de ninguna cirugía que pueda mejorar su vista ni tampoco del uso de lentillas.
Alguna vez ha probado a tirar con gafas y sus puntuaciones no han mejorado. "No me hacen sentir cómodo", dice. Lo cierto es que Im Dong-Hyun buscará en Londres su primera medalla olímpica indivial. De conseguirla cerraría un gran palmarés, con cuatro títulos mundiales y otras tantas medallas de oro en los Juegos Asiáticos, además de los dos títulos olímpicos por equipos.
Corea del Sur demostró ser una potencia en este deporte al conseguir igualmente otra plusmarca mundial, esta vez en la competición por equipos, al lograr 2.087 puntos.
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