Sara Carbonero se ha acostumbrado a vivir en el ojo del huracán y a veces ni siquiera necesita abrir la boca para ello. Esta vez, ni su profesionalidad, ni su físico, ni su relación con Íker Casillas le hacen estar en el centro de la polémica, sino su sueldo.
Y es que, según publicaba este miércoles la revista 'Lecturas', Sara Carbonero cobra actualmente por su trabajo en Telecinco 600.000 euros. Esa cantidad no incluiría ni las colaboraciones ni los contratos publicitarios. No hay que olvidar que la periodista ha sido imagen de muchas marcas importantes, como 'Pantene', 'Ford Focus' o 'Puma'.
Esa estratosférica cifra corrió como la pólvora por las redes sociales, donde muchos usuarios mostraban su indiganción. Twitter comenzó a agitarse y los comentarios sobre dicha noticia no tardaron en aparecer. Hubo para todos los gustos, tanto de apoyo como de asombro y en contra de Sara Carbonero y la cadena.
"Sara es el vivo ejemplo de que en este país tu salario y tu valía profesional no tienen nada que ver", o "Sara Carbonero es la periodista deportiva mejor pagada de España sin ser periodista. A todos los periodistas parados les gusta mucho esto", fueron algunos de los comentarios publicados en la red social.
No obstante, no todo fueron críticas y también hubo quien defendía la otra postura: "¿Y qué pasa si Sara Carbonero gana 600.000 euros?, bravo por ella que lo ha sabido negociar y bravo por Telecinco que es un canal privado".
Tras esta polémica, Mediaset envió un comunicado desmintiendo rotundamente dicha información: "En relación a las cifras sobre los supuestos honorarios de la periodista Sara Carbonero, Mediaset España aclara que su salario y sus emolumentos por participaciones en programas están en línea con lo percibido por sus compañeros de categoría, y que difiere escandalosamente de lo publicado hoy por diversos medios de comunicación."
Ahora, la web 'Vertele' asegura que el sueldo real de Sara Carbonero es 120.000 euros brutos anuales, una cifra muy alejada de los 600.000 de los que hablaba 'Lecturas' y que, no obstante, triplica lo que ganaba cuando trabajaba en La Sexta.
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