Un fotógrafo logró retratar un bosque cubierto de nieve y hielo a una temperatura extrema de 40 grados bajo cero. La idea original de Niccolo Bonfadini era pasar unos días rodeado de la naturaleza y en completa soledad. El joven, un estudiante de ingeniería ambiental oriundo de Monza, Italia, eligió un verdadero desafío para su escapada de la civilización: un bosque ubicado en el Círculo Polar Ártico, donde la temperatura cae hasta los - 40° y congela la vegetación.

Así fue como Bonfadini, de 21 años, logró capturar las imágenes de los árboles cubiertos por una capa de nieve y hielo tan gruesa que les produjo un cambio de silueta. El joven pasó nueve días en el bosque, que mide unos 77 metros cuadrados, según informó el sitio inglés Daily Mail.

"Quedé deslumbrado por el paisaje porque no parecía de este mundo. Todo era blanco, todo estaba congelado", expresó Bonfadini, quien vivió a base de comida en polvo que guardaba, congelada en su mochila. "Amé lo que hice, me encanta adentrarme en la naturaleza, es el momento en que más feliz soy", comentó.

"Lo que hizo difícil este viaje fue que estaba completamente solo. Me encontré con apenas tres personas en nueve días. Pero lo prefiero así: no me gustan las multitudes", explicó Bonfadini, quien en vez se vio rodeado por una suerte de campo de menhires de hielo con corazón de madera, que adoptaron formas diversas, desde gusanos gigantes hasta un ejército de criaturas fantásticas.


No hay comentarios :
Publicar un comentario